¿Eres una persona esponja o padeces fatiga mental?.

 Qué hacer cuando se está saturado y ya no se puede más: algunos remedios para personas sensibles-hipersensibles o esponjas.

Desde hace unos meses había algo en mí que no me dejaba avanzar, tenía grandes proyectos profesionales, pero cuando sientes que tu cuerpo no te sigue y tu mente enferma de saturación,  lo mejor es… parar y aligerar.

¿CÓMO? ¿ESO QUÉ SIGNIFICA?

Los esponja son capaces de atender a una mayor cantidad de estímulos, muchas veces sin ser conscientes de ello y por esto pueden llegar a colapsar su sistema nervioso con mayor facilidad que otras personas, la consecuencia final es que hay etapas o períodos más o menos prolongados en los que se sienten cansados y con mucha sobrecarga física, emocional y mental.

Esta sobrecarga puede afectar al rendimiento en el trabajo y a las relaciones haciendo que su comportamiento se vuelva mucho más voluble y puedan saltar a la mínima.

Entonces, lo primero es darse cuenta que algo no funciona bien, y tomar conciencia de ello, lo segundo es frenar y  no sentirse culpable por ello, ya sabemos que el resto del mundo sigue avanzando a pesar de todo.

Cuando consigues tomar la decisión de parar o abandonar lo que te está presionando o perturbando es cuando empiezas a ver y sentir las cosas  con más claridad, tu cuerpo reacciona y tu mente se siente más libre…date tú tiempo.

En mi experiencia, al parar, por fin pude ver con claridad que el objetivo que yo perseguía lo tenía delante y era por lo que tenía que trabajar, así que decidí abandonar  un proyecto profesional por el que inicialmente aposte con mucha ilusión y empecé a apostar por mí y por los míos.

Aparte el entorno, la presión y el continuo esfuerzo que ese proyecto suponía y que no me estaba dando beneficio alguno de momento, sabiendo que para conseguir  resultados, tenía que sacrificar mucho y aunque me hacía mucha ilusión y contaba con grandes apoyos,  el ser una esponja y no digerir con tiempo toda la información recibida sumado a lo que yo me exigía,  estaban minando  mi salud y  mi mente enfermo, no daba para más.

Aunque suene raro, al parar y canalizar mis emociones  he descubierto que soy una persona hipersensible o como suelen decir los psicólogos una persona esponja. Me afecta demasiado todo lo que ocurre a mí alrededor.

Las personas esponja sufren cuando no saben lo que les ocurre, así que para estas personas es especialmente importante esta información.

Ser más sensible de lo normal no es malo sino más bien lo contrario, pero cuando no comprendes y/o canalizas ese  derroche de sensibilidad hacia el entorno pueden aparecer problemas en forma de múltiples síntomas: cansancio casi permanente, somatizaciones,  cefaleas, exceso de somnolencia, embotamiento, baja energía, depresión, ansiedad y un largo etc.

Y eso es lo que  a mí me ocurrió, pude encontrar la causa y he empezado a tomar cartas en el asunto.

Según Virginia de la Iglesia, psicóloga especializada, las personas esponja somos muy receptivas al entorno incluso inconscientemente, y eso hace que nos saturemos si no aprendemos a soltar parte de todo lo que recogemos o “chupamos” si tenemos en cuenta el apelativo de esponja.

Si no saben digerir toda esa información extra que recogen pueden dañar su sistema nervioso,  “fundir sus fusibles” y finalmente colapsarse,  esto se traduce en cansancio, irritabilidad, ganas de desaparecer y tristeza.

Si la  persona esponja descansa y se regenera, estos síntomas tienden a desaparecer.

Así que para intentar solucionar todo esto, hay que buscar información y recuperar poder.

¿Eres esponja o tienes fatiga mental?

Una clave crucial para saber si eres esponja es detectar según Virginia si cíclicamente te sientes extenuado hasta el punto de querer encerrarte y que no te llegue ningún estímulo, porque no puedes más!! No te cabe ni un alfiler!!

Estos son algunos de los rasgos que definen a una persona esponja:

• Se siente como un “bicho raro”
• Se agobia con facilidad
• Se lo toma todo de forma personal
• Es muy reactiva emocionalmente
• Sabe apreciar el arte y la belleza
• Auto observadora
• Muy responsable
• Reflexiva
• Sensible a la crítica del entorno
• Perfeccionista
• Meticulosa
• Obsesiva
• Muy emotiva
• Intuitiva
• Entregada
• Empática

 

Después de pasar por un periodo perturbador en el que  sentía un exceso de saturación y  mi sistema nervioso se estaba  colapsando, es decir me sentía cansada y con mucha sobrecarga, física, emocional y mental, tome la decisión de abandonar todo estímulo exterior y una vez que estaba más tranquila para poder digerir mejor todo esto me puse a investigar.

Después de unos días de descanso y gracias a mis estudios como coach, empecé a realizarme preguntas y a buscar pautas que me pudieran ayudar a salir y drenar  todo lo que me sobra para  evitar sufrir cortocircuitos de energía permanentes.

He descubierto gracias a Virginia ciertos remedios para personas altamente sensibles, ¿Te gustaría saber cuáles son:?

1. La nube limpiadora

Antes de dormir puedes hacer un repaso por todas las emociones que te han ido cargando o sobrepasando a lo largo del día.

Introduce todas esas emociones en una nube blanca e imagina como esa nube se aleja poco a poco llevándose todas esas emociones dejándote libre, descargado y listo para dormir.

2. La ducha limpiadora

Si eres de los que te duchas antes de ir a dormir por la noche, estas de suerte.

Imagina y siente como el agua no solo te limpia a nivel físico sino también emocional, puedes recrear las emociones perturbadoras del día y visualizar como el agua las arrastra hacia el desagüe.

3. A solas y a oscuras

Cuando te encuentres muy cansado o al borde del colapso tienes que buscar un espacio donde retirarte para aislarte de estímulos y estar a solas contigo mismo.

Si puedes aislarte en tu habitación sin ruido y a oscuras (la oscuridad favorece la concentración) verás cómo te servirá para regenerar te y recargar pilas.

4. El cajón de sastre

Si son las preocupaciones las que te perturban puedes deshacerte de ellas antes de ir a dormir.

Trae a tu mente aquello que te inquieta o preocupa y visualiza como metes cada uno de esos pensamientos en el cajón de tu mesilla o en un cajón imaginario (para el caso es lo mismo). Deja ahí tus preocupaciones toda la noche descansando, por la mañana ya tendrás tiempo de hacerte cargo de ellas

Estos son pequeños pero grandes remedios a los que puedes recurrir cuando sientas que ya no tienes energía o te fallan las fuerzas si los usas a diario te aliviarán más.

No te resistas pues la resistencia crea sufrimiento. La mente que se resiste al cambio siempre encuentra la fórmula para posponer el enfrentamiento con nosotros mismos o con la situación que nos preocupa.

Esa lucha que ocurrió en mi interior,  entre lo que debería hacer que me dicta mi mente y lo que deseo hacer que me susurra mi corazón, es lo que creo tensión y agotamiento en mí. Si tengo una mente dominante mí corazón se resignará y se irá apagando. Pero si he desarrollado mi mente hasta hacer que trascienda al Ego y hago que se conecte con el corazón, entonces conseguiré sentirme en paz conmigo misma; feliz.

Yo lo conseguí, y pude encontrar la causa  que me atormentaba, ahora hay que seguir trabajando en ello.

 Empieza a valorarte un poco más, a poner límites, a alimentarte mejor, a buscar tiempo de ocio para ti misma. La felicidad se construye día a día y todos merecemos tenerla.

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Susi Nieto
Coach Profesional
Facilitadora en cambios de desarrollo personal, negocio y Vida.
Autoestima, voluntad, prioridades, orden, calidad de vida y mejora vital

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