Seguir un horario y dedicar un tiempo concreto a cada actividad te permitirá llevar una vida más completa.
A mí me gusta vivir con intensidad y aprovechar cada segundo de mi vida y para ello pongo orden en mí día a día buscando siempre una armonía.
No se trata de ser una excelencia del orden y acudir puntual a tus citas, si no tener una mente ordenada, con una actitud más calmada, madura y positiva.
De esa manera encontraremos serenidad para disfrutar más de la vida.
“La felicidad no es cuestión de intensidad, sino de equilibrio, orden, ritmo y armonía”
Thomas Merton.
Corremos tanto, para llegar a todo, que acabamos agotada/os, frustrada/os, llevamos un estilo de vida frenético, y el objetivo es conseguir uno más acorde con nuestros ritmos naturales. Que nos permita llegar a todo sin estresarnos y disfrutar de una buena calidad de vida.
Pautas que puedes seguir:
- Mantén un Horario Fijo: La improvisación no conduce a nada, todos tenemos 24 horas al día para organizamos, pero si no tenemos un planing establecido y vamos innovando sobre la marcha, esto conduce con el tiempo a la insatisfacción y a un vacío existencial, por no haber logrado o terminado casi nada.
- Sin prisa pero sin pausa. Si aprendes a organizarte bien podrás llegar a todo sin estresarte. Pero si vas corriendo, irás frenética y se te olvidarán cosas por el camino, lo cual te bloqueará pues dejarás muchas tareas a medio acabar. Procura llevar una vida serena y tranquila. Así podrás llegar a todo
- Aumenta tu poder de concentración: Yo no soy defensora de la multitarea al igual que procuro solucionar los problemas de uno en uno. Es mejor centrarse en una sola cosa hasta resolverla y luego empezar por otra. Esto ayuda a que nuestra mente funcione mejor y sea más creativa.
- Evita la regularidad: es decir alterna tareas más complejas con otras que te resulten agradables, de esa forma no te aburrirás y al racionalizar tu estilo de vida, es posible que puedas disfrutar de más tiempo libre. Sacarás más partido de tu día a día y te sentirás más realizada.
- El descanso es fundamental. Tu mente necesita descansar así que tomate un respiro de 5 a 10 minutos para relajarte, hacer estiramientos, o hablar con alguien que te permita desconectar.
- Cuídate: Hay que cuidar cuerpo, mente y espíritu. ¿Cómo lo haces?
Hay que comer bien, dormir mejor y hacer algo de ejercicio. Al igual que se cuida el cuerpo hay que cuidar la mente. Las mismas cosas que viene bien para la salud, pueden reducir el estrés negativo. Y si contribuyes con alguna aportación ya sea de tiempo (voluntariado) o económica (apadrinamiento) por ejemplo, tu corazón estará más feliz.
Tus 24 horas pueden dar mucho de sí, si sabes sacarle provecho y te sientes satisfecha/o, por poco que hagas siempre avanzarás sin rendirte y las energías no se agotarán y podrás obtener abundancia extra con amor y aceptación.
Por Susi Nieto, Coach profesional
Blog: Reinvéntate y aprende a desaprender
Página web: Susinieto.com